En el Tigre ya es parte del pasado su ex capitán y aunque aún queda un clima raro entre la hinchada, la dirigencia y el equipo, Mauricio Soria intenta dar vuelta la página y comienza a meter mano a su nuevo Tigre.
Ganar por 4-0 y sin atenuantes a Royal Pari, es un buen paso para comenzar a mostrar la idea de Soria, convirtiendo a Ramiro Vaca como el eje de juego, una especie de enganche que nutra de juego a sus dos delanteros colombianos: Reina y Reinoso.
Pero no sólo eso, darle equilibrio al Tigre con dos volantes de buen pie domo Castro y Jhasmani (o Cardozo) y sobre todo volver a la escencia del medio campo del Tigre con Diego Wayar como volante de contención. Todo eso hizo Soria en pocos días, y reacomodó el poder ofensivo de su equipo, que en el primer juego en Warnes había tenido sólo cuatro chances de gol y ahora, una semana después, ya hizo cuatro goles en La Paz.