BELO HORIZONTE. De su pierna derecha nació la jugada del 1-0. Después, manejó los tiempos del partido a su antojo y les hizo las cosas más fáciles a sus compañeros, aún cuando Argentina se venía: Dani Alves, el capitán y principal referente de Brasil, fue la gran figura del Clásico de las Américas.
Argentina, en cambio, pecó en defensa. Sus zagueros salieron a cortar muy lejos en el gol de Gabriel Jesus y, de manera insólita, quedaron fuera de acción en el de Firmino por un pitazo que sonó en la grada. Fueron esos detalles los que terminaron inclinando la balanza a favor de la Canarinha.