El inicio de la Copa Simón Bolívar volvió a llevar fútbol a Villa Ingenio en El Alto, a pesar del difícil día para llegar a la ciudad alteña -por que la autopista estuvo cerrada- cerca de cinco mil personas se dieron cita para ver el choque entre el Millonario y Fatic.
Con muchos nombres que prometían buen pie en el hermoso escenario -de césped sintético- aparecían por un lado Rubén de la Cuesta, Alejandro Bejarano y Samuel Galindo, mientras que por el equipo amarillo, la promesa estaba su delantera, la dupla Abastoflor – Pachi. Sin embargo el partido transcurrió más en el desorden e ímpetu que en el buen juego. Aún así Always hizo diferencia por la experiencia en el medio campo, sin embargo, Fatic supo encontrar los modos para convertir a Pedro Galindo en una de las principales figuras del encuentro.
Diego Rivero, dueño de la pelota parada en el Millonario, abrió la cuenta, y tras una notoria descoordinación defensiva, Uelington Martins empató el juego para el equipo de la Familia Ticona. José Jordán, árbitro del partido, impidió que llegue el segundo de Rivero -su mano levantada sancionaba un tiro libre indirecto- y la pelota ingresó limpia al arco de Mercado. Ya en el complemento, Ovejero se hizo importante, un centro bajo del ex Sport Boys habilitó a Samuel Galindo -por un mal cálculo de Miguel Mercado- y simplemente empujó la pelota.
El triunfo finalmente quedó para el equipo de la Banda Roja, que tiene un equipo con mucho nombre de peso, Andaveris tuvo algunos minutos, no así Arnaldo Vera, pesos pesados en la historia del fútbol de Bolivia y que por ahora no tienen lugar en el once de David de la Torre, que parece tener un equipo mejor ensamblado entre los dos paceños para pensar en el camino del ascenso. Para Fatic muchas tareas pendientes para buscar el objetivo.
