“Fue un partido perfecto”, comenzó a explicar Beñat sobre cómo su equipo ganó una de las últimas finales en el campeonato con tanta autoridad y de visitante.
Sucede que el plan de San José Gil salió redondo. Cambió de inicio su alineación habitual, dejó de lado los tres delanteros para meter a Maygua y Justiniano a la línea ofensiva y a Ronald Eguino en la línea de fondo ¿nadie lo tenía no?, pero el español sí. Lo hizo, puso una línea de tres para anular el poderío aéreo de Alessandrini y Alpire, lo hizo.
También supo generar salidas rápidas, con mucha llegada en el área, no es casual que los goleadores del partido hayan sido Justiniano y Rodríguez. Tampoco es casual que los llamados a ser delanteros haya sido figuras, Sirino y Fernández, es que todo el plan de Beñat salió redondo.
Incluso cuando se le complicó el partido, el español tomó varias decisiones. Por ejemplo meter a Fierro y volver la línea de cuatro, e incluso cuando se fueron lesionados, Justiniano, Edemir – y sobre todo Raldes – que Bolívar se quedó con 10 en cancha, supo resolverlo táctiamente, dos líneas de cuatro clavadas. “Usamos tres sistemas tácticos en el partido y los chicos supieron adaptarse, lo hicieron todo perfecto”, volvió a repetir exahusto por el festejo el entrenador, orgulloso de su equipo y su plan.