Cuando Bolívar visita a Oriente o viceversa, se siente siempre una ambiente de clásico, es que Oriente y Bolívar se han convertido en eso a el largo de la historia de la Liga, ambos haciéndose muy fuertes de locales y jugando muchas finales en campos neutrales.
Por eso, no es casualidad que el partido ante el Refinero en el cierre de la fecha once genere mucha expectativa en el país, sobre todo por el momento de ambos, porque este partido -que para algunos equipos cierra la primera ronda- puede signifcar dos cosas: Que Oriente se acerque a la Academia como escolta, o que Bolívar se dispare en la cima aprovechando todos los tropiezos de los que lo siguen.
La diferencia de cinco puntos y treinta goles a favor, avalan la campaña Celeste, que practicamente dobla la capacidad goleadora y defensiva de su rival de turno, que llega con 16 puntos y la misma cantidad de goles a favor pero con 13 goles en contra, mientras que los paceños sólo vieron caer en seis ocasiones el arco de Matías Dituro.
A favor del local, está la estadística, porque desde aquel 11 de diciembre de 1977, que fue el primer duelo de ambos en Santa Cruz, le ha costado mucho a los Celestes salir victoriosos ante el Refinero, algo que con su buen momento intentará cambiar en esta gestión. De las 84 oportunidades en el Tahuichi, Oriente suma 55 victorias, nueve fueron para Bolívar y un total de 20 empates registrados entre ambos.
El último triunfo Verdolaga, se remonta un año atrás, aquel 3-2 del 16 de marzo de 2016 y el último duelo de ambos en la casa grande del fútbol cruceño, fue el empate a uno el 20 de noviembre de 2016. En tanto que el último festejo Celeste en el Ramón Aguilera Costas ante Oriente, fue el 2 de diciembre de 2012 por tres tantos contra uno.
