La fiesta en Tembladerani fue completa, lleno total, los abonados asistieron y disfrutaron del partido en vivo. La Vieja Escuela embanderó todos los sectores, no sólo donde estaban todos cómodamente sentados -en el único sector habilitado del Estadio Libertador Simón Bolívar- sino, los tres sectores que no tienen tribunas para darle un lindo marco. Pero el espectáculo estuvo en los alrededores, las personas que se dieron formas de ver el juego desde afuera del recinto.
El regreso del fútbol oficial fue un suceso para la zona, porque al no tener estructuras en los alrededores, las mejores tribunas fueron las casas, los edificios, y hasta las mismas montañas que abrazan el campo de juego Celeste.
No había lugar en esa recta ubicada en la cabecera norte, pero tampoco había lugar en lo balcones de los alrededores, todas las ventanas estaban ocupadas. ¿Las montañas? también fueron un palco, mucha gente se animó a irse a una orilla donde sentarse, ver fútbol desde el cerro, un privilegio al que pocos se animan, un colorido espectácular. Banderas, cánticos desde los sectores sin una tribuna, abrazaron el partido.
El resto fue un contorno celeste. La Academia adecuó sus instalaciones y se puedo realizar la máxima expresión de alegría para los futboleros en Tembladerani. Los bolivaristas se fueron satisfechos, ganaron. Doblete de Sirino y un gol de Fierro, para alegrar los asistentes abonados, y a todos los asistentes que se acomodaron en los alrededores. Desde la Jaimes Freyre, hasta ciudad Satélite, una tarde memorable para la Academia.
-FOTO REPORTAJE DE MARKA REGISTRADA-
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