Lo que pudo ser un cierre emocionante del torneo de la Liga Profesional, se ha visto afectado por los recientes acontecimientos extra futbolísticos, que han creado incertidumbre en todos, incluso entre los propios protagonistas.
Posiciones encontradas de dirigente de Federación y Liga, frente a un fallo que no guarda todas las características de legalidad, constituyen el caldo de cultivo para un problema de difícil explicación y complicada solución.
Sin embargo la situación planteada vuelve a poner en la mesa de discusión la actual estructura en la que se cumplen la actividad del más popular de los deportes. Solo problemas de esta naturaleza sacuden a dirigentes, que pasada la tormenta, lamentablemente olvidan el tema y siguen su marcha por inercia, con el lógico perjuicio para nuestro fútbol.
El cambio de uno o más dirigentes, para que ocupen esas funciones otros con parecidas ideas poco renovadoras no significa encontrar el remedio. Este debe surgir de una labor conjunta de todos los que en base a la experiencia acumulada como conductores de las tres entidades, deben aportar para las variantes que todos esperamos.
El tema es más complicado de lo que se supone, porque para ello tiene que haber de por medio renuncia a la figuración personal, que lógicamente lleva a perder ciertas prerrogativas adquiridas y muchas veces defendidas a cualquier precio.
Precisamente por eso, varios proyectos presentados a los organismos rectores nunca llegan a conocimiento de los medios periodísticos y por lógica consecuencia tampoco conoce el aficionado, que como sostenedor de los espectáculos debe ser tomado en cuenta.
Ojalá este sacudón, al margen de lo que se resuelva en los próximos dias, sirva para dar los primeros pasos en procura del gran cambio que nuestro fútbol necesita con urgencia y reclama hace mucho tiempo. ¿ Entenderá así la dirigencia?…Sinceramente tengo muchas dudas.
