Es cierto que las conexiones aéreas para llegar al país son difíciles pero a Carlos Lampe le tocó la peor de todas, tuvo que viajar desde Santiago, a donde llegó luego de jugar el domingo en Talcahuano. Agarró el primer vuelo a Bolivia, pero el destino era Santa Cruz, allá tuvo que descender y luego embarcar a La Paz.
Es decir a Carlos le tocó cruzar Bolivia de ida y vuelta todo el ancho del eje troncal, dos horas de viaje más, no suenan mucho, pero volar es desgastante, lo bueno es que Lampe pudo compartir algunos minutos con su familia en el aeropuerto de Viru Viru, mientras hacía hora para volar a La Paz.
Este martes ya se incorporará al trabajo de la Selección, y con él, el equipo está completo. A la espera de que Ángel Guillermo Hoyos defina la lista de viajeros, y la base del equipo que jugará ante Venezuela en Maturín.