A pesar de que un gol polémico los dejó afuera de la Copa, la decadencia futbolística de la Canarinha no es ningún misterio. Lejos del Jogo Bonito que maravilló al mundo por décadas, el Brasil de Dunga se caracterizó — al igual que en su primer ciclo al mando del equipo– por alejarse como nunca antes de la filosofía que lo llevó a ser el equipo más temido del planeta. Tal es así, que en esta Copa América La Verde-amarela rompió un par de récords negativos.
En los cien años de la Copa, es la primera vez que Brasil no estará entre los ocho mejores de la competencia (dato de @2010MisterChip, experto en estadísticas deportivas) tomando en cuenta que, tradicionalmente, la Copa nunca antes se había excedido de los doce participantes. Por otro lado, la última vez que había quedado fuera en la fase de grupos había sido en la edición de 1987, llevada a cabo en Argentina, cuando había quedado segunda de su grupo por detrás de Chile.
Hablando de torneos oficiales con cuatro participantes por grupo (eran tres en 1987) La Canarinha no quedaba por detrás de dos equipos desde 1966, cuando Portugal y Hungría lo despojaron en esta misma instancia del Mundial de Inglaterra, cuando llegaba como campeón defensor.
Por último, Perú no le ganaba un partido por los puntos desde la Copa América de 1975. En aquella ocasión, los incaicos se impusieron por 3-1 en las semifinales del torneo (que no tenía sede fija) jugando en Belo Horizonte, con dos goles de Casaretto y uno de Teófilo Cubillas. Cuatro marcas importantes destruidas en uno de los mayores fracasos en la historia del fútbol brasilero.
